9.9.15

Me dejo guiar por la idea de que cuando sea feliz, cuando esté radiante y supure confianza por cada poro de mi cuerpo, cuando el ambiente a mi paso se vuelva más feliz y vivo; entonces, tendré "éxito".
Y ese éxito vendrá en forma de recompensas como, por ejemplo, que se enamoren de mí, que me busquen, e incluso tener una pareja que me atraiga a mí también. En general, que me quieran. Pero recalco lo del amor romántico porque ahí está el problema: eso es depender de alguien.
¿Qué pasa, que no vales tú misma, por ti sola, para llenar tu vida hasta el último rinconcito, de confín a confín?

Quizás no encuentro la felicidad porque la busco para un fin artificial. Quizás no: está claro, clarísimo, que no sé ver la felicidad porque no me quiero a mí misma. Quien se quiere, llega a la felicidad mirando a su alrededor con los ojos echando chispitas de emoción. Va caminando sin pensar más allá de este paso y el que está comenzando a dar. Y quizás, cuando se tropieza, se cae rodando por el suelo y se ríe de pura vida, es cuando ha encontrado la felicidad.
En cambio, yo, que no me quiero, voy diligentemente cortando ramas y follaje del camino, intentando caminar en línea recta con la cabezonería de una cegata muerta de miedo que cree que se ha perdido. Sigo hacia delante intentando mantener el ritmo me haga las heridas y arañazos que me haga. Intento llegar lo antes posible y con toda perfección a la meta, sea cual sea, la que yo creo que otros esperan que alcance. Nadie me ha obligado a por por este camino, pero yo quiero gustar. Quiero que me aprueben, que me quieran. Lo típico.
Y para conseguirlo, me hostio y apalizo y fustigo a mí misma. Lo hago con determinación, para seguir adelante, para conseguir ese segundo fugaz de tacto humano, de contacto, de abrir y conectar un dedo eléctrico con otro como ET o Dios o el espejo.
Y toda esa marabunta y embrollo de quiero y no creo, se me olvida quererme a mí misma la primera.
chaval.
poquito a poco.
No te fuerces. Observate. Respetate. No te cambies por la fuerza. No artificialices. Tranquilamente, vete acariciando. observate a ti mismx.

Decirse la verdad es ayudarse a uno mismo. No autoengañarse. es el primer paso. acepta tus verdades y no te castigues por tus errores.

No hay comentarios: