24.1.15

Supongo que todos estábamos enamorados y no lo supimos hasta que cerraron el telón.


a veces es una frase hueca y con forma lo que la gente necesita para verter sus carencias y recibirlas, con los brazos abiertos, con los ojos muy sorprendidos y una sonrisa enorme de abuela recibiendo al nieto.

Las estrellas del orgasmo

Al carajo todo: este libro es lo mejor.

<<Estaba lleno de caras b, de delicados arreglos, de frágiles pianos, de chisporroteos, de luciérnagas, de estrellas a la deriva>>, Lo que yo quería deciros.


¿Y tú, a qué estrella le importas?
Memento mori
y todo eso.

Si quieres nadar en una voz


<<¡El sutil pegue su culo a esta silla de ruedas!>>


Cada palabra es un mundo, un abismo, su vuelo y su choque; y la nube de polvo que revele el impacto

será
tu mirada,
o tu garganta, que se percate de su propio nudo al escuchar de otro la frase que ella nunca dejó pasar;
o tu piel, que se erice al sumergirse en ella -como un pez saltando en una ola, de poro en poro- la brisa de otra boca, otra mente, otro mar de estrellas y salvajes vientos en espiral.


de pujas

Se te cierran los ojos y te vas dando cuenta de dónde estás. De cuál es tu cuerpo. De tu realidad, que no es tan trágica. de tu ceguera. De tu dramatismo. Y de tus ganas de vivir que pujan por salir afuera. Pujan bajo, pero no paran nunca. Lo único que cambia es tu resistencia a ellas.
Apuéstatelo todo. Es lo único que tienes: esa posibilidad.

13.1.15

Viento frío y estrellas casimentales

La punta de los pies tocando el hielo suelado. Un resquicio de ventana abierto. El aire de montaña entra en avalancha de invisible oscuro. ¡Huele a hoguera! A tiza, a campamento, a armónicas tocando Oz, a indios y polvo amarillo galopando en nubes hacia la luna. Cenizas y palos con la corteza deshecha. Una estrella brillante. Venus guiñando un ojo. Huele a campo y a tierra mojada y a briznas de hierba y a viento frío.

Viento frío y estrellas.
Hilo de coches crujiendo al fondo izquierda.

Las manos me tiemblan. De bverdad, temblores de dos centímetros, y no puedo pararlas. Se abren como arañas en flor y no las dejo escaparse.
No iréis allí, arañas. No vais a intoxicarlo.


Pero qué castaños y mojados y limpios...

11.1.15

Estoy sola. Joder, es culpa mía: única responsable.
Estoy sola y soy terca y voy a seguir sola. Podría cambiar eso en media hora, pero no tengo ánimo. Esto es como un bucle. Empieza en un pensamiento y acaba siendo realidad. Realidades, una por cada persona a la que has hecho creer tu máscara, tu juego masoquista, tu victimismo de mierda y tus desgracias tan comunes -pero no comunes con nadie; no porque no lo sean, sino porque no quieres aceptarlo.

Estoy harta de mí.
Vuelvo a la infelicidad como un muelle. Mi cadena es un muelle amarrado a mi cerebro.

Me debilito entre pensamientos negativos y me doy demasiada importancia cuando estoy triste pero muy poca cuando estoy feliz.

Soy gilipollas. Suma. Auténtica. Auténtica y puramente gilipollas. 84º. 

Tengo sueño y no me permito dormir -no me permito ni intentarlo.
Quiero vomitar y solo como más. Me hincho. Siento que voy a explotar. Respiro ansiosa. Y continúo.

No puedo más.

Bueno sí puedo más. Esa es la cosa. Que quiero parar ya.
Ya está, me doy baza un rato y después me sacudo la tontería de encima. No se le puede hacer caso al hastío vital absoluto.





todos enamorados...

10.1.15

Al hablar tanto, pierdes el silencio.
Yo he perdido el silencio, el contenido, la profundidad, el mundo interno. El tomarme en serio.
Sabía que para sobrevivir era necesario emerger a la superficie del mundo, de la vida, de las relaciones. Ser parte de aquellas personas que charlan y charlan y van perdiendo poco a poco la capacidad -la agilidad- de decir cosas, incluso de reconocer qué les pasa por dentro.
El realismo deja a las personas vacías. No ya personas, sino gente. Todo se vuelve poco sorprendente y claro. Se acostumbran a la claridad de la superficie y ni les deslumbran las estrellas, ni logran distinguir las enormes delirantes difusas formas sombras hundidas en la profundidad azul.
He perdido mi pupila grande.
No veo.
No estoy despierta.
Pero estoy despertando.
Vuelvo al volver.

Emergí voluntariamente y con esfuerzos a la superficie. Ahora me cansa. La luz es artificial. No tiene mala intención, pero es fría y me deja vacía y hueca me quedo yo al alejarme de mis profundidades.


No quiero. No acepto el precio.

Vuelvo. Puedo conjugarlo. Mantendré el equilibrio. Pero soy mía.

Mi ciudad hundida, rota y mojada es mi

mi única ancla
No siempre hundida
pero tengo un refugio.

y estaré mojada pero no fría. no hueca. no me ha comido el mundo, aún no es la hora.